Como podía esperarse después del boom de los SUVs y de sus evoluciones que han terminado por devorar al otrora potente mercado de los autos de pasajeros, ahora también llega el turno de las pick-up recreativas. Allí justamente se inserta la nueva camioneta Montana, que esta vez nace de un SUV (viene del Tracker), pero suma la practicidad y la versatilidad que puede entregar una caja de carga, estando dotada incluso de nuevas soluciones que la hacen aún más utilizable.
El SUV que lleva adentro
Comenzando con su nuevo chasis, ahora toma de base una plataforma que ya hemos visto en su hermano familiar subcompacto, pero con importantes cambios de diseño, que sin duda le sientan muy bien. Posee unos focos con tecnología LED para las luces diurnas superiores y las principales, que entregan una excelente calidad de iluminación, además de contar sensores para el encendido automático.
Por el lateral, destacan sus llantas de 17 pulgadas oscuras, además de una sección de cabina y pick-up muy proporcionada, con un largo total de 4.7 m, que junto a un ancho de 1.8 m y un alto de casi 1.7 m, permite ofrecer un tamaño muy práctico para el uso en ciudad (cabe en casi cualquier estacionamiento). Su competidora más cercana en tamaño es la Renault Oroch, ya que la RAM 700 es más pequeña en todos los sentidos; mientras que la RAM 1000 es más larga, pero no necesariamente más amplia.
Su equipamiento exterior es muy completo, ofreciendo espejos eléctricos, barras de techo, lona marítima, barra deportiva, grilla con detalles cromados oscurecidos, sensores de estacionamiento traseros y cámara de retroceso. Además, puede equipar de manera opcional, unos organizadores y separadores para la caja de carga, los que son muy prácticos, y permiten distribuir de mejor manera sus hasta 600 kg de carga en sus 874 litros de volumen. Hay iluminación y ganchos de amarre…
Interior de SUV
Si hay algo que se debe destacar fuertemente, es el enorme equipamiento en el interior, el que no solo integra muchos elementos disponibles, sino que goza de buenas terminaciones (incluso al compararlo con su hermano SUV). Desde su atractivo volante forrado en cuero, regulable en altura y profundidad, con control crucero y comandos del sistema multimedia, que también destaca por su sistema MyLink con pantalla táctil de ocho pulgadas, Apple CarPlay y Android Auto inalámbrico, además del sistema OnStar.
También encontramos más detalles interesantes, como asientos forrados en cuero, cargador inalámbrico, climatizador, junto con una cabina pensada en acoger hasta a cinco ocupantes, donde cuatro adultos estarán bastante cómodos (siempre que no sobrepasen el metro ochenta los delanteros y traseros). La visibilidad es correcta y podemos contar con enchufes USB traseros para cargar los dispositivos electrónicos.
Lo que sí es realmente destacable y que demuestra la gran preocupación de la marca Chevrolet por promover la seguridad, es que la nueva Montana integra de serie seis airbags (frontales, laterales y de cortina), frenos con ABS, EBD, control de estabilidad, control de tracción, asistente de arranque de pendiente, sensor de presión de neumáticos y, agrega en la versión Premier, la alerta de punto ciego. Sin duda, una excelente noticia para todos los potenciales usuarios de esta nueva integrante.
Motor turbo y caja automática
Otra de las grandes novedades y que representan un cambio enorme frente a la anterior generación, es que ahora se ofrece no solo una caja manual de cinco marchas (Premier MT), sino que tanto en la versión de entrada (LTZ) y en la más equipada (Premier), se puede recurrir a la caja automática de seis velocidades, algo completamente fuera de lo conocido en el segmento. Todas las versiones están impulsadas por un motor 1.2 turbo de tres cilindros, que entrega una potencia de 130 Hp a 5.500 rpm y un torque de 190 Nm entre 2.000 y 4.500 rpm, lo que, sin duda, mejora la respuesta y consumos del anterior 1.8 de la pasada generación.
Esto unido a su chasis de tracción delantera, permite ofrecer un rendimiento homologado en esta versión con caja automática de 10.1 km/l en ciudad y hasta 17.4 km/l en carretera, lo que no es para nada malo considerando su potencia y torque. Ofrece un despeje del suelo de 192 mm, lo que permite circular por terrenos algo disparejos, sin estar preocupado todo el tiempo de que vayamos a topar los bajos.
Manejo ágil y silencioso
Cuando se piensa en manejar una pick-up, inmediatamente creemos que se trata de un vehículo que será áspero, saltarín y poco práctico para moverse por la ciudad. Pero esto es justo lo contrario de lo que ocurre a los mandos de la Montana. Su dirección asistida eléctricamente, su buen radio de giro, sus ayudas al estacionamiento trasero y su largo de solo 4.7 m, propician que sea mucho más amigable en sus trayectos urbanos.
Al ralentí y desde fuera el motor suena un poco más de lo habitual -debido a sus tres cilindros- pero debemos decir que está bastante bien aislado y no será una molestia mientras no lo aceleremos por sobre las 5.000 rpm. La caja automática de seis velocidades permite llevar una conducción muy cómoda por ciudad, al punto que ni los tacos de viernes serán razón suficiente para no querer subirnos a su volante.
El empuje de su motor es muy bueno y el torque disponible desde apenas 2.000 rpm, nos ayuda a no necesitar de aceleraciones muy intensas, lo que tendrá un efecto positivo en el consumo de combustible, que al menos en los días que lo pudimos conducir, nos entregó una media cercana a los 12.5 km/l (más que destacable considerando que estaba con muy poco kilometraje y que en una prueba uno tiende a no tener como objetivo un reducido consumo).
La suspensión también cuenta con una puesta a punto muy agradable, ya que entrega una muy buena suavidad y capacidad de absorción, pero junto a una gran sensación de aplomo y estabilidad, lo que ayuda a mejorar la seguridad percibida por el conductor y por todos sus pasajeros. Aquí debemos decir que, aunque algunos plásticos tienen un tacto duro, la sensación de calidad de ensamblado permite pronosticar que debería mantenerse sin ruidos mayores, lo que esperamos se cumpla con el pasar de los kilómetros.
Quizás si debemos buscarle los puntos mejorables, los ya mencionados plásticos duros podrían ser de una mejor calidad. También podría sumarse el hecho de que no cuente ni como opción con ayudas a la conducción -que sí encontramos en el Tracker- y que tampoco ofrezca una alternativa con tracción en los ejes, que la convertiría en una alternativa a la Renault Oroch 4×4 o a la RAM 1000 4×4.
La Montana se trata de una generación que llega con un buen equipamiento y tecnología, así como una seguridad que sobrepasa a sus competidoras y que, sin lugar a duda, la convierten en una de las mejores alternativas del segmento, inclusive, compitiendo con varios SUVs chicos, a los que no tiene nada que envidiar ni en manejo ni en características.
FICHA TÉCNICA CHEVROLET MONTANA PREMIER 1.2T AT:
GENERALIDADES
– Precio versión probada: $ 16.790.000 + IVA
– Versión test: Premier 1.2 Turbo 6AT
DIMENSIONES
– Largo: 4.717 mm
– Ancho: 1.798 mm
– Alto: 1.659 mm
– Distancia entre ejes: 2.800 mm
– Despeje del suelo: 192 mm
– Capacidad de carga: 600 kg
CAJA DE CARGA
– Largo: 1.170 mm
– Ancho: 1.273 mm
– Alto: 587 mm
– Volumen: 874 l
MOTOR
– 1.2 litros turbo de tres cilindros
– Potencia: 130 Hp a 5.500 rpm
– Torque: 190 Nm entre 2.000 y 4.500 rpm
