Este año Ford debería presentar las renovaciones de los SUV Explorer y Bronco Sport, además de la camioneta compacta Maverick, pero las fechas serán aplazadas para asegurar la calidad del producto final, y evitar la gran cantidad de recalls que sufrieron los modelos por problemas de ensamblaje o de equipamiento, que bien pudo ser solventado con controles de calidad.
El costo de estos recalls no ha sido sólo en un altísimo costo, sino que en reputación. Uno de sus modelos más conocidos, el Explorer, fue objeto de varios recalls, que significó en una disminución de ventas y percepción del público, algo similar a lo que pasó con la Bronco Sport, que quedó detrás de la Toyota Rav4 y el Subaru Forester, sus principales rivales.
En cuanto a la Maverick, a pesar de tener la mayor cantidad de llamados a taller para cambios o correcciones, se salvó en números por ser el nuevo superventas de la marca, ya que ha logrado ser todo un éxito comercial, pero su reputación ha sido igualmente impactada, por lo que quieren evitar que la versión con facelift vaya a ser afectada en ventas.
Para ello es que harán el mismo procedimiento que hicieron con las F-150: las nuevas unidades 2025 serán retenidas en las plantas por seis semanas antes de enviarlas a las salas de venta, para ser sometidas a exhaustivos chequeos de calidad de armado. Esto le significó evitar 12 posibles recalls por diferentes fallas de armado o de calidad, con el costo que eso significaba.
