Aunque los vehículos eléctricos llevan ya un buen tiempo en el mercado, hace al menos 5 años que se están viendo autos aptos para reemplazar los con motor a combustión de toda la vida. Y con ello, el problema de la vida útil de las baterías ya no se ve tanto como un problema «a futuro», sino que a estas alturas ya se puede ver.
Un estudio de Recurrent sobre la duración de las baterías en los Tesla ha llegado a una particular conclusión. El estudio fue realizado con datos de 14.000 vehículos Model 3 y Model Y, a los que se le hicieron en total 1.6 millones de pruebas para comparar la evolución de las baterías. No es un número menor de unidades de muestra.
A grandes rasgos (porque hay una gran «pero» en el estudio, que quedará para otro artículo), llegan a la conclusión que a los tres años de vida, la mayoría de los vehículos tenía un 63% de la autonomía cuando era nuevo (algo que es esperable). Para que el descenso en la capacidad no sea tan exagerado, Tesla declara ambos modelos con una autonomía EPA u oficial de aproximadamente el 70% del valor real de pruebas propias.
En ambas curvas de degradación de las baterías, se observa que tienen un comportamiento de S y se estabilizan alrededor de los 1000 días, donde técnicamente se deberían mantener estables hasta que las baterías vuelvan a decaer rápidamente y necesiten un cambio. En EEUU, Tesla ofrece sus vehículos con una garantía en las baterías de al menos un 70% de su capacidad durante los 8 primeros años o 160.000 kilómetros.
A pesar de esto, en EEUU menos del 2,5% de todos los vehículos eléctricos vendidos hasta la fecha (incluyendo otras marcas) han cambiado sus baterías, y si se considera los vendidos después del 2016, el número baja a menos del 1%. Pero también se debe considerar el costo del cambio de baterías en un vehículo eléctrico fuera de garantía, que muchas veces sobrepasa el valor del precio de reventa, por lo que es esperable que los dueños prefieran asumir la pérdida de autonomía.
